
Se puede suavizar, pero esa es la realidad. A partir del 3 de junio dejaremos de ver aviones de Air Europa cubriendo la ruta entre Vigo y Madrid. Se acabaron los Embraer 195 y Boeing 737-800 operando la ruta. A partir de ahora solo veremos aviones de Air Europa operando una vez por semana la ruta a Tenerife. Se termina aquel «fiel compromiso» del año 2006, cuando la aerolinea llegaba a Vigo.
A partir del 3 de junio, día que Air Europa empieza a operar el A Coruña-Madrid con 4 vuelos diarios en Embraer 195, la ruta Vigo-Madrid pasará a ser operada por el ATR 72-200 de Swiftair, y Air Europa solo se encargará de la comercialización. Se externaliza la producción a una aerolínea especializada en vuelos chárter como Swiftair, que operará la ruta con un turbohelice de 68 plazas cuatro veces al dia por sentido. Con ello la reducción de plazas ofertadas se acercará a un 40% respecto a las plazas ofertadas el verano pasado cuando operaba la ruta con 1 vuelo diario en Boeing 737-800(186 plazas) y 3 vuelos con Embraer 195 (122 plazas).
Algunas de las implicaciones de que la ruta la opere Swiftair son mas que evidentes. La ruta alargará su tiempo de vuelo en 25 minuntos, dejando la ruta a Madrid en 1h30min. Además al utilizarse aviones regionales, la subida de precios es ya una realidad, haciendo la ruta mucho menos competitiva que Iberia Express para el punto a punto.
Con la reducción de frecuencias de Iberia Express de 32 semanales el verano pasado, a 26 semanales este año, la ruta a Madrid, principal sustento del Aeropuerto de Vigo, queda bajo mínimos La caída estadística de este año va a ser mucho mas fuerte de lo esperado, y la cifra final de pasajeros estará entre 500.000 y 600.000 pasajeros situándonos a niveles de hace 15 o 16 años aproximadamente.
Por lo tanto la inacción de las instituciones está tirando por la borda el trabajo de mas de una década Se está dejando morir premeditamente al aeropuerto, y aquí nadie lo denuncia. No vale culpar a otras instituciones o rememorar logros pasados. La crisis del Aeropuerto de Vigo es aquí y ahora, y requiere implicación y no política.
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